sábado, 2 de febrero de 2013
lunes, 2 de abril de 2012
HOMBRE SIN GUANTES o "el boxeador" / Textos de A. Román y A. Campillay
HOMBRE SIN GUANTES by adrián campillay
TEXTO germinal
también conocido como:
"pegue, reciba y salga"
Detras de un ojo que vive en él
se esconde un hombre que se le parece
abrazado aun cuchillo que quiso matarlo
el nudo de una cuestión difícil de resolver
hombre sin guantes
este boxeador
se las arregla
con sus uñas de lagarto
mientras el cuadrilatero no es otra cosa que su propia vida
le pegan le pegan le pagan
debajo de la pista el desmayo o la campana son lo mismo
nadie le va a levantar los brazos ahora
mientras sonrie
escribe a puñetazos su nombre.
lunes, 26 de marzo de 2012
LA PILETITA (basado en el cuento "Escena de una canción de amor", de Alberto Suárez)
Pista perteneciente al PROYECTO VACAS (Rock and Poe del Desierto)
Música: Bruno Bustamante Torino
Voz: Alberto Román
Texto: Alberto Suárez
Tapa del libro al que pertenece el cuento de Suárez (LOS CUENTOS QUE NO CANTO. Ed. de la UNSJ, febrero de 2010. Foto de tapa: Alejandro Urioste, composición con obra «La Maja-Dora» (2006-2009) de Jimena Cabello. Óleo y sintético sobre lienzo (1,30 x 1,10).
Escena
de una canción de amor
–Enjuáguese, por favor.
La piletita tiene un pequeño caño en
forma curva del que sale con fuerza un chorrito de agua y pega en el fondo de
un minúsculo vaso descartable.
Hago un buche y escupo.
Ahora reclina la camilla y quedo
prácticamente acostado.
Ella, con un barbijo, está
poniéndose unos guantes transparentes, enciende una luz arriba y la acerca a mi cara.
Prevalece el olor a xilocaína y otros
anestésicos.
El sonido es igual al de los
restoranes, pero éstos no son cubiertos.
Agarra algo que termina en un
espejito redondo y un gancho puntiagudo con mango y me dice:
–Abra.
Abro la boca. El barbijo está casi
rozándome la nariz. Sólo puedo enfocar uno de sus ojos. Un círculo marrón
trigueño rodeado de pequeñísimas gotas de agua, verde. La escucho decir:
–No cierre.
Hace un gusano de algodón y me lo
pone entre la encía y la cara.
Ahora está doblando un tubo blanco
de plástico que se continúa en un caño negro. Coloca el extremo doblado,
también entre la encía y la cara, pero del otro lado. El tubo aspira, y con mi saliva emite un
sonido como el de las bombillas de gaseosa cuando ya casi no queda más en la
lata. Vuelve a decirme:
–No cierre.
Ha puesto un cartucho en una
jeringa, y el sonido al cerrarla me produce un escalofrío igual que estar
frente a un arma que acaban de cargar y remontar, y que me apunta, lista para
el disparo. Le escucho decir:
–Tranquilo.
Está frotándome con algo la encía,
al lado del algodón. Vuelve a estar el
barbijo desde donde respira al lado de mi nariz y, perfectamente en foco, el
mismo ojo. Veo la punta de la lámpara en lo alto de la
pupila, y en lo blanco, del lado del
lagrimal, se me hizo ver letras pequeñas que corrían a esconderse debajo de los
párpados, pero en ese momento repite:
–Tranquilo, respire hondo, es sólo
un pinchazo.
Sostiene el arma en alto mientras
con la otra mano estira un costado de mis labios en toda su extensión. Allí introduce el arma y empuja con fuerza y
decisión. Temo quedar atravesado y que el líquido me chorree por la
papada, pero el ojo está de nuevo allí y
esta vez las letras ya no se esconden en los párpados, suben por el costado de
la nariz, cruzan el entrecejo y se organizan en la frente; y estoy leyendo:
“Me encantaría que me llames”.
Y al lado, un número de teléfono que
termina en una coma y después dice:
“Particular.”
Le oigo decir:
–Enjuáguese, ya puede tragar y
sentarse un rato.
Ella sale. Yo quedo extrañado, con
la cara algo más pesada de un costado, y va en aumento una rara mueca cuando
escupo o quiero hablar.
Ha vuelto. Vuelve el gusano de algodón al
costado de la encía y el tubo blanco del otro lado. El sonido de vajilla da
como resultado una pinza que me recuerda a mi abuelo carpintero, o mas bien una
pequeña tenaza algo más sofisticada. Pero esta vez no la ostenta en alto sino
que la disimula por lo bajo, mientras vuelve a extender el costado de mis
labios... Pero ya el ojo está de nuevo
allí, en toda su delicia, y las letras, en confianza, me esperan ordenadas en
la frente. Ella dice:
“Es sólo un momento, si duele me
avisa.”
Y en la frente leo:
“Me gustaría que me avises si te
gusto.”
Noto un hormigueo en mi frente y me
doy cuenta de que se ha entablado un diálogo.
Veo desde sus pupilas, que sobre mis cejas dice al rojo vivo:
“Me encantás.”
E inmediatamente debajo de su
flequillo dice:
“Yo te quiero.”
Y en mi frente:
“Yo también.”
Y en la de ella:
“No dejes de llamarme, por
favor.”
Y en la mía:
“Tengo champaña en la
heladera.”
Y ella:
“Esta noche, si es posible.”
Y yo:
“Toda la noche.”
Ella:
“Mañana desayunamos y te llevo las
tostadas a la cama.”
Ella, de nuevo:
“Muerda.”
Yo quiero morder la tostada y
entonces escucho su voz que me dice:
–Tranquilo, ya pasó. Muerda, firme.
Mantenga la gasa apretada una media hora. Después haga buches con agua tibia y
sal. Cualquier cosa, me llama.
Anota un número al dorso de una
tarjeta, me la da y me escucho decir con voz nasal por apretar la gasa:
–Ya tengo ese número.
Ella se sonroja (yo también) y
exclama:
–¿Cómo?
Pero ya hay otro
paciente en la puerta, detrás de mí, así que tomo la tarjeta, esbozo una sonrisa
que me sale sólo del costado no dormido y me voy, con los dientes apretados.
Alberto Suárez
sábado, 24 de marzo de 2012
HOY 24 de marzo
¡yo era un niño y me tiraste los cueros!
...ya está muteado!!!cocodrilo de acequia
cachiporra animada por el odio
no te quiero ver pero te quiero ver muerto
maldito joputa cobarde alimaña
¡jodeputa!
con el perdón de esas grandes señoras
¡YA VAS PASAR POR EL BARRIO!
(haga clic sobre la cara de Jorge Rafael Bush o George Videla para ver el video vaca)
PROYECTO VACAS (sus personas)
dedican esta pista
a los sobrevivientes
(porque no es poca cosa,
o moco e pavo, haber sobrevivido
al exterminio de la ternura / cordura
¡sistemática! ¡demencialmente!)
y también a quienes
otros
30.000
o más
aunque quisiéramos
ya no pueden escucharnos
sin dejar de decirnos también
fueron muteados
pero sus voces
suenan
sigan sonando
seguirán sonando.
en cambio él
maldito policía
¡YA ESTÁ MUTEADO!
viernes, 23 de marzo de 2012
pista FUNDACIONAL: la palabra VACA

LA PALABRA VACA by adrián campillay
escribo desde mi habitación africana en el paraíso
no puedo reconocer entre una droga y una mujer
del mismo modo en que una mujer no me distinguiría
entre un montón de botellas.
patrones
áfricas
y calzoncillos para el paraíso.
ya me cansé de las falsas vacaciones.
se parecen a la palabra vaca.
a la palabra gandhi.
siete mil kilos de asado caminando
y un millón de muertos de hambre.
mi hijo jurando la bandera.
¿alguna vez se preguntaron qué significa eso?
somos todos unos hijos de puta.
ustedes no!
niños.
tienen derecho a apretar el gatillo.
miércoles, 21 de marzo de 2012
MIS AMIGOS (poema de A. Campillay + improvisaciones junto a Alberto Román)
Fotografía: A. Román / A. Campillay (PROYECTO VACAS)
MIS AMIGOS by adrián campillay
me acuerdo cuando venía por la esquina
y siempre mi madre me decía:
¡no te juntés con ese negrito! con el otro
con el de la cabeza raspada tampoco
¿esos son tus amigos?
¡pero dejame de joder!
lamento tener la cabeza enferma
lamento que ustedes vean en mí
una cabeza enferma
ciego nublado
todos mis amigos están enfermos
¡tirados!
¡tirados!
en el piso del comedor
prefiero ser manco
manco manco manco!
manco amputado
mosca
amputado
mosca
riñón
comedor
roedor
comedor
cleta
cleta
bicicleta
manco! manco amputado
amputado! quiero quedar
no me lleven el corazón
que es lo unico que tengo
estoy en la lista del incucai
pido un higado y un riñón
todos mis amigos están enfermos
tirados en el piso del comedor
carente, carente, de razón
mis amigos me debilitan
por eso yo fumo
(el otro que venía en bicicleta
a contramano el piñón que se ajustaba
se le desajustaba pero ¿qué quiere que le diga? ¿quiere que lo heche de mi casa?)
quiero una casa!
quiero una casa! de altas paredes blancas
¿mis amigos dónde están? ¿no vinieron?
en algún momento los invité
¿dónde están mis amigos?
ahora que tengo una casa
de altas paredes blancas
pero no me gusta
no los quiero ver
no me gusta
no los quiero ver
todos todos nadie nadie
todos nadie todos nadie
las quiero escritas
que tengan nombres
y que ellos testifiquen adelante de mí
su presencia, quiero que me digan algo
¡algo!
que me dejen un mensaje
y me gusta
la ironía
del comedor
doy a drogas lo que a mi corazón
del mismo modo en que una mujer
no me distinguiría
entre un montón
de botellas
botellas
botellas
lapida! lápida! lápida!
que descalsificada la vida...!
todos mis amigos están enfermos
tirados en el piso del comedor
en donde no hay pan
en donde no hay pan
ni dios
ni olvido
infernal! el infierno mismo ya lo encontré
¡vivo en él! que me vengan a visitar
voy doliendo con ellos las moscas
que nos rodean
y comprendo;
ellas! ellas!
se deben sentir!
ellas!
ellas
se deben sentir solas!
se deben sentir solas!
se deben sentir solas!
solas solas solas!
soledad soledad solito
solito voy solo voy solo me encuentro
solo estoy
voy tirando
como dicen
para no aflojar
los nudos
del mandato
voy doliendo la tos
que nos tuerce
y comprendo:
ya no tenemos esperanza alguna
en el comedor de mi casa
mis amigos y yo
mis amigos y yo
(y no se olvide de dejar
la última línea en mi lápida, y no se olvide
de mi amigo, que lejos de mí no está, y él
también llora las mismas penas)
lápida... lápida ... lápida...
mis amigos y yo
mis amigos y yo
mis amigos y yo
mis amigos y yo
i n s e p a r a b l e s
i n s e p a r a b l e s
i n s e p a r a b l e s
i n s e p a r a b l e s
(a todos mis amigos les regalo
lo hermoso
y caritativo
de mis ofrendas
me incineré
en vida
estoy
estoy
calcinado
desde los huesos
y a mis amigos
les dedico la sonrisa
que ya no volverá
a este rostro
soy un alma
caminando
caminando
entre callejones
por calles inciertas
en mi cabeza enferma
(dime con quién andas
y te diré quién eres
dime si tus amigos
están tirados
en el piso del comedor
para saber
si tienes
la mirada limpia
y el corazón seco
de esperar
una ternura
que jamás
llegará
de la mano de dios)
vida
muerte
te regalo una sonrisa que no tengo.
algunos de ellos
MIS AMIGOS
todos mis amigos están enfermos
tirados en el piso del comedor
en donde no hay pan
ni dios
ni olvido
voy doliendo con ellos
la tos que nos tuerce
comprendo: ya no tenemos esperanza alguna
voy doliendo las moscas
que nos rodean
comprendo: ellas se deben sentir solas
voy tirando -como dicen-
para no aflojar
los nudos
del mandato
mis amigos
y yo
inseparables.
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WEEK END (poema de Ramón Rubina Guajardo / Chile)
Tapa del libro de Rubina en el que aparece este poema.
FIN DE SEMANA by adrián campillay
Pista perteneciente al PROYECTO VACAS (Rock and Poe del
Desierto)
Música: Adrián Campillay
Texto: Ramón Rubina Guajardo
Voces: Alberto Román, Adrián Campillay, Bruno Bustamante
Torino (Frase final: José Campus)
Producido en San Juan, Argentina.
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WEEK END
Los lunes me salen escamas.
Los martes ladro bajo la luna.
Este miércoles me eché hormigas en los ojos.
Salgo con un paraguas negro los jueves.
Orino en una botella y reparto pescados los viernes.
Hoy es sábado y me corté la oreja para sacarla a pasear
con una pita.
Dicen que es domingo: Yo sólo veo paredes blancas y,
En el techo, un hombre con enormes alas que gotea
Sangre sobre mi cabeza.El poeta Ramón Rubina durante una visita a San Juan, ocasión en la que fue rebautizado como Ramoncito de Azucar
(Fotografía: A. Campillay)
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martes, 6 de marzo de 2012
FUERTE APACHE héctor urruspuru (HERMANO DEL ABASTO VACA)
... Porque bajaba carne del container.
... Porque del container bajaban carne.
Soñando con rías irisadas, bajaba carne.
Solo.
Del container extraían el sudor, el pan, el vino.
Solos.
Infinitamente solo.
Y decían, con manos de hierro fundido
un poema social
necesario
como el empedrado,
justo,
justo cuando un helicóptero policial cruzaba el cielo de Fuerte Apache.
Un cielo de containers, bramante,
como una fotografía en negativo
y nubes hechas de carne.
... Y Ariel?, apenas si puede con la ginebra,
... y Adela?, espera en la cama como carne muerta.
Espera que en su cielo-raso de containers
se vea dibujado a Ariel (su hermano),
dando de beber a Fabián.
Que vendrá... Fabián (su esposo)... a la noche,
a realizarle el hijo.
El hijo que bajará también carne quieta
cuando un helicóptero cruce el cielo.
Que vendrá, Fabián, a la noche,
para sacarle a besos, de la piel, la pantalla del televisor,
y restos de políticos, restos de metal, del noticiero de las seis.
Que vendrá...
cuando un helicóptero policial cruce el cielo...
Cielo de hierro fundido y fotografía en negativo.
Con rías de empedrado, rías de ginebra.
Que en el nudo 10, piso octavo,
ciudadela de estrellas,
el hijo en ciernes, aún de esencias líquidas,
es promesa de risas
y camino extenso, sin ruido de containers
sin sueños de miseria.
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